En setiembre del 2009 comencé la escritura de una novela, entusiasmado por un pequeño relato que había escrito en esos días. Pueden verlo en
mi blog FantasticZone (que voy a discontinuar).
Ese relato (como digo en el blog) venía inspirado por otro que me pasó una compañera de trabajo. La idea de un duende que se enamora de mujeres humanas fue la semilla de mi novela.
Esa semilla germinó respetando su genética principal, aunque luego (como le suele ocurrir a quien escribe sin ningún plan ni estructura), el árbol creció y desarrolló ramas dispuestas a soportar otros vientos.
A fines de febrero terminé el borrador inicial (en realidad no tan borrador, puesto que soy de revisar constantemente cada párrafo que escribo), lo dejé descansar unos días y lo volví a leer y corregir.
Después le alcancé unos capítulos a mi amigo Rubén Padula, avezado escritor y encargado de llevar adelante varios talleres literarios, para que me diera su opinión. Sus comentarios me recordaron que escribir (BIEN) no es para cualquiera y me pasé casi otro mes en la corrección del manuscrito en base a sus directivas.
Desde la semana pasada tiene mi novela completa en sus manos. La leerá y corregirá con su mejor onda y buena voluntad y entonces, modificando lo que él considere necesario, asumiré que está terminada y lista para publicarse.
Y esa, amigos, es otra historia.
La idea de este blog es contar de mi novela y de mis pasos para publicarla. También subiré algunos textos sueltos que vayan surgiendo. Hay algo más. Como en el próximo post detallaré, la novela narra de fantasía y realidad; de duendes y de humanos y del maltrato a la naturaleza. Por lo tanto se encontrarán con algunas entradas que hagan referencia a noticias sobre la contaminación del medio ambiente.
Un saludo y nos leemos.
